Yo llegue allí pensando que aquello era como la facultad que íbamos a ser amigos y esas cosas , que después de clases nos íbamos a tomar algo o que nos ibamos a intercambiar apuntes, vamos que pensé que aquello era una prolongación de la facultad. Craso error.
Llegué allí y aquello era monosilábico , solo te contestaban a lo que le preguntabas y sin un atisbo de empatía. Rápido me di cuenta de que aquella época había pasado y que la facultad se había acabado , que aquí estaba sola y si quería tomar café tenía que esperar a llegar a casa.
Con el tiempo , mi percepción ha variado un poco , pero tampoco una barbaridad, no creo que tenga amigas alli ,pero si que hay dos o tres chicas con las que me siento minimamente cómoda cuando coincido con ellas.
Los otros siguen igual , altivos y prepotentes porque deben pensar que así son más , pero a mi ya no me importa , porque aunque pueda parece extraño me llego a importar y mucho . Yo llego doy mis temas y escucho los de los demás , tomo las notas pertinentes y me voy. ¿Me gustaría tomar algo a la salida con ellos ? Ahora, sinceramente, no y como dice esa frase británica tan de moda ahora...
Hola!
ResponderEliminarEs triste, pero es así.
Igual no es por ser opositores sino por la forma de ser.
En mi anterior preparador, los primeros días ni siquiera me hablaban; no había nada de compañerismo e,incluso, si el preparador instaba a algún compañero a prestarte un tema, te llegaban a dar los temas equivocados.
Y también estaban los opositores que no hablaban conmigo porque decían que yo era menos inteligente que ellos. Puede que tuvieran razón,dado que terminó por sacarse la oposición y yo no.
Aún así, llegué a congeniar con algunas de mis compañeras y años después de abandonar cada una la oposición y seguir caminos diferentes, mantenemos el contacto y nos reunimos de vez en cuando.
Con mis nuevos preparadores, pasaba lo mismo. Cada alumno llega, da los temas y se va para su casa sin interactuar entre sí, pero yo creo que los compañeros debemos ser eso, compañeros y ayudarnos mutuamente en esta dura y ya, de por sí, solidaria vida.
Así que como soy un poco más sociable, he conseguido hacer un grupito y nos reunimos todos los meses para cenar. A pesar de que yo ya no estoy opositando con ellos, sigo organizando todos los meses una cena y todos los años, una cena de navidad con los preparadores, los cuales me han dicho que no habían tenido unos alumnos tan unidos hasta que llegué yo.
Es cierto que algunos, no han querido integrarse. Se les invitó las primeras veces y luego ya no.
Y no sólo es para quedar y echarnos unas risas, sino que también nos ayudamos con los temas y apuntes.
Y de ese grupito, algunos hemos hecho una gran amistad. De hecho, mi mejor amigo salió de ahí.
Por eso, creo que son formas de ser y no algo inherente a la oposición.
Besos